Castilla y León es la primera comunidad en contar con un Estatuto de Acogedores Familiares, que pretende impulsar y favorecer estas figuras y facilitar su labor en la atención que dispensan a los menores acogidos
Las familias que viven la experiencia de acoger a un menor hablan de la «enorme satisfacción» que supone abrir tu casa a unos niños a los que les falta cariño. Prueba de ello es que la mayoría repite y no duda en recomendarlo. Es el caso de Nieves Jiménez, presidenta de la Asociación de Salamanca que ha recibido en su hogar a cuatro niños que han compartido su vida con su marido y sus tres hijos de 22, 20 y 12 años. Jiménez habla de sus niños acogidos «como un hijo más al que has querido y cuidado como si fuera tuyo», Por eso, cuando se marchan, porque vuelve con sus padres biológicos o son adoptados por una familia, «es doloroso y se produce un sufrimiento feliz, pero hay que mentalizarse de que tienen que partir y de que hasta entonces has podido acompañar a estos niños y darles una familia».
Los cuatro pequeños que han pasado por su hogar fueron adoptados y, a pesar de lo difícil que siempre es verles marchar, «queda la satisfacción de que has contribuido a que su vuelo sea alto y seguro». «Te queda la alegría de que entregas a un niño al que no le ha faltado de nada», explica esta salmantina que anima a las familias a acoger a estos niños y a pensar «en la suerte que tenemos por haber vivido en una familia que nos quiere bien». «Estos pequeños existen, están a nuestro lado», indice Nieves Jiménez, al tiempo que destaca la medida del acogimiento como la mejor de entre los recursos que se contemplan en la Ley para el desarrollo íntegro del menor.
Nieves Álvarez, familia de acogida: «Cuando se van. es un sufrimiento feliz»
Nieves Álvarez contó su experiencia durante la presentación del programa de acogimiento familiar que desarrollan la Consejería de Familia y Cruz Roja, que sigue dando sus frutos aunque aún no ha alcanzado el objetivo de que ningún menor de Castilla y León, tutelado por la Administración autonómica, se vea obligado a vivir en un centro de acogida. El deseo es que todos puedan tener un hogar en la que crecer, una vez que no ha sido posible, por distintas circunstancias, hacerlo con sus padres biológicos y eso es, precisamente, lo que se busca para 67 menores -12 menos que el pasado año- que están esperando una familia de acogida en la que integrarse. Mejor suerte han tenido otros 668 niños que al finalizar el pasado año ya habían sido acogidos, según los datos facilitados ayer por la consejera Alicia García, que presentó la nueva campaña de promoción con la que, como cada año, se pretende animar a los castellano y leoneses para que acojan a estos menores en dificultades.
García explicó que se ha producido un incremento en el número de acogimientos, que ha pasado de los 912 del pasado ejercicio a los 961 de este año, de los cuales 324 fueron nuevos, lo que se traduce en un incremento del 5,3 por ciento. De los nuevos, 127 fueron en familias extensivas y 187 en ajenas. Además, se han incorporado 60 nuevas al programa.
Télefono de atención 24 horas
Ayer se presentó también el Estatuto de los Acogedores familiares, con el que se pretende impulsar y favorecer estas figuras y facilitar su labor en la atención que dispensan a los menores acogidos. Así, según Alicia García, se recogen los derechos de las familias de acogida además de los apoyos que reciben de la Administración, al tiempo que se reconoce el papel que desempeñan las asociaciones creadas para esta labor. El nuevo texto es fruto del trabajo conjunto de los profesionales de los Servicios Sociales y de las entidades que participan y colaboran en el acogimiento familiar. El Estatuto pretende impulsar y favorecer la figura del acogedor y trata de facilitar su labor en la atención que dispensan a los menores acogidos. En él se recopilan una serie de aspectos relevantes que contribuyan al mejor desenvolvimiento del acogimiento, además de los apoyos y ayudas para quienes, desde una situación de libertad y voluntariedad, deciden participar de esta forma en el sistema de protección a la infancia en Castilla y León.
El Estatuto recoge y ordena los distintos apoyos, entre los que se encuentran la identificación y acreditación como acogedor familiar- el apoyo, seguimiento y orientación técnica y profesional en todo el proceso- la creación de sistemas de colaboración y autoayuda- el servicio de apoyo telefónico 24 horas todos los días del año- las compensaciones económicas de los gastos o las exenciones fiscales de las mismas- los permisos laborales para asistir a sesiones informativas o para los informes psicológicos y sociales- los beneficios educativos de los menores acogidos o los beneficios relativos a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
Alicia García anunció, además, que se pondrán en marcha nuevas iniciativas como el diseño de un protocolo para dar respuesta a actuaciones difíciles en la actividad diaria o la creación de un carné que acredite la condición de acogedor.