Un estudio publicado en Nature muestra cómo y cuándo el VIH saltó desde el Caribe hasta la ciudad de Nueva York, y de allí se propagó por toda América del Norte.
Fue en 1970 o 1971 cuando el VIH, el virus que causa el sida, conquistó América. Lo acaba de desvelar un estudio que se publica en «Nature» y que sirve además para &lsquo-limpiar&rsquo- el nombre del denominado Gaëtan Dugas, un asistente de vuelo canadiense al que se le atribuyó en el libro del periodista Randy Shilts, &lsquo-And the band played on&rsquo-, ser el &lsquo-Paciente Cero&rsquo- en EE.UU. El estudio, que incorpora análisis históricos y genómicos, muestra que el VIH ‘saltó’ desde el Caribe a la ciudad de Nueva York alrededor de 1970, lo que provocó la posterior epidemia norteamericana.
Desde hace tiempo se sabe que el VIH tuvo su origen en chimpancés de África central. Un trabajo publicado en «Science» mostró que el material genético extraído de las heces de esos chimpancés en las selvas de Camerún determinaba que el virus, identificado como VIH-1, surgió de estos primates, en concreto de una subespecie del chimpancé, endémica del sur camerunés, llamada «Pan troglogdytes troglodytes». Y también que entre los años 1920 y 1950 se produjo una &lsquo-tormenta perfecta&rsquo- de factores, incluyendo el crecimiento urbano, el desarrollo de infraestructuras ferroviarias durante el gobierno colonial belga y cambios en el comercio sexual, que se combinaron para que el subtipo M del VIH se extendiera, primero por África y después por todo el planeta.
Paciente cero
El nuevo estudio aclara de una vez por todas cómo y cuándo llegó el VIH a América del Norte, algo que marcó un punto de inflexión en la pandemia del VIH y sida. El equipo del investigador de la Universidad de Oxford (Reino Unido), Michael Worobey, ha secuenciado ocho genomas de longitud completa a partir de 2.000 muestras de suero recogidas varones de EE.UU. entre 1978 y 1979 y muestran que el virus ya era genéticamente diverso en ese momento y que probablemente surgió de la epidemia del Caribe preexistente. Además, la investigación muestra que no hay ni evidencia biológica ni histórica para la creencia generalizada de que Gaëtan Dugas era la causa principal de la epidemia del VIH en América del Norte.
Los hallazgos han sido posibles gracias a una técnica molecular que permite recuperar el material genético de las muestras de suero con más de 40 años de edad y descifrar la secuencia genética del VIH, subtipo que se inició la brote en el continente de América del Norte a principios de 1970. La técnica de biología molecular desarrollada podría conducir a pruebas más sensibles que detecten el virus antes en aquellas personas que no son conscientes de que se acaban de infectar. Worobey cree además que la técnica podría tener potencial para otras aplicaciones en salud pública, como bioensayos más sensibles para la detección en muestras de sangre de marcadores para el cáncer o de virus como el Zika.
La información obtenida en este trabajo indica que una vez que el VIH cruzó el Atlántico desde África, se extendió rápidamente a través del Caribe y de allí a EE.UU. Sin embargo, la epidemia pasó desapercibida hasta que llegó a Nueva York, que resultó ser el centro más importante de la epidemia en EE.UU. Al contrario de lo que se creía, San Francisco y California, donde se identificaron los primeros casos de sida en 1981, no fue el epicentro de la epidemia en EE.UU., sino que fue Nueva York. «En la ciudad de Nueva York el virus se encontró con una población que era como &lsquo-yesca&rsquo- seca -explica Worobey-, lo que facilitó la propagación del virus».
Además, los investigadores creen que los ensayos de biología molecular desarrollados en este trabajo podrían conducir a pruebas más sensibles que detectan el virus antes en las personas que no son conscientes de que se infectaron hace muy poco.
Otros virus
Los conocimientos obtenidos de este estudio pueden ayudar a los investigadores y a las profesionales de la salud a entender mejor cómo se mueven los agentes patógenos a través de las poblaciones y además permitir diseñar estrategias más eficaces para frenar o erradicar, los patógenos peligrosos.
El estudio asimismo pone de relieve la importancia de utilizar los genomas virales completos a partir de muestras de archivos, contextualizados a través del análisis histórico, sin el cual esta imagen detallada de los primeros pasos de la pandemia del VIH y sida no hubiera sido posible.