El presidente busca atraer a Podemos al Pacto de Toledo con un guiño a los sindicatos
La primera sesión de control al Gobierno de la legislatura dejó ayer otro gesto de mano tendida del presidente a la oposición. Mariano Rajoy, que no acudía al Senado desdel el 23 de junio de 2015, buscó con un guiño implicar a Podemos en el Pacto de Toledo, que debate la urgente reforma del sistema público de pensiones para garantizar su sostenibilidad, y que representa uno de los grandes retos nacionales, «de máxima prioridad», en palabras del presidente. El jefe del Ejecutivo, que durante la sesión pidió a la oposición «menos discursos y más decisiones eficaces», repasó en la tribuna el programa de Podemos sobre pensiones y abrió la puerta a una demanda histórica de los sindicatos. Se trata de la eliminación del tope máximo de cotización a la Seguridad Social, conocido como «destope», que provocaría que las rentas más altas contribuyan más a la caja de las pensiones. También recibirían más. «Sin suda alguna se puede hablar», dijo Rajoy, que igualmente se abrió a «estudiar» la iniciativa de suprimir los regímenes especiales de cotizaciones para nuevas afiliaciones.
En donde Rajoy chocó con el partido de Pablo Iglesias fue en la edad de jubilación, que la formación morada desea resituar en los 65 años, la «indexación» o desvinculación de las pensiones con respecto al IPC o la supresión de los beneficios fiscales para quienes realizan su propio fondo de pensiones. En todo caso, instó a Podemos a buscar soluciones comunes en la Comisión del Pacto de Toledo, que ayer recibió a la ministra, Fátima Báñez. En paralelo, el Gobierno ha convocado el diálogo social con los sindicatos y la patronal, que acuden este jueves a La Moncloa.
El anuncio de que el PP flexibilizará sus posiciones tradicionales para lograr arrancar un acuerdo con el resto de fuerzas que blinden el sistema de pensiones lo hizo Rajoy al portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar. Fue él quien estrenó la sesión de control al Gobierno y quien señaló el abismo inicial entre ambos. Espinar acusó al PPde «precarizar las pensiones» e instó a un cambio de modelo económico y fiscal como único método para sostener el sistema.
El socialista Vicente Álvarez Areces se estrenó como portavoz de su grupo recriminando los recortes en gasto social y denunció que en cinco años del Gobierno de Rajoy la población en riesgo de pobreza y riesgo de exclusión ha aumentado hasta un 26,8%. Hubo un tímido acercamiento –«queremos pactar, pero sobre otros objetivos»–, dijo Areces. Quedó en nada.