La diputada, de baja, no ve claras las propuestas: una fundación o una comisión en la Cámara
No ha habido acuerdo, de momento, entre el Gobierno regional y la diputada popular Elena González-Moñux, de baja médica desde octubre, y cuyo voto resulta vital para la aprobación de leyes como los presupuestos. Los contactos que se habían producido ya con anterioridad -según contaba este fin de semana ABC- se repitieron ayer, entre la «mano derecha» de Cristina Cifuentes,Ángel Garrido, y los abogados de la diputada.
Los contactos, tanto con el grupo parlamentario como con el Gobierno autonómico, han sido siempre por intermedio de los abogados- no ha habido ninguna conversación o llamada directa a González Moñux, afirmaban días atrás fuentes populares.
Pero ayer se mantuvo una reunión -según adelantaba El Confidencial- en la que el consejero de Presidencia, Justicia e Interior y portavoz del Gobierno regional, Ángel Garrido, habría ofrecido a la diputada de baja dos posibles salidas. La primera pasaría por dejar su escaño e integrarse en alguna fundación u organismo externo. La segunda, por mantenerse en la Asamblea, pero asistiendo a su escaño y votando las propuestas que su partido presente, incluso con la posibilidad de presidir alguna comisión -una responsabilidad que lleva aparejado un incentivo económico-.
Fue una doble propuesta a modo de «ultimátum» para que González-Moñux se decida por una de las dos fórmulas como salida a una difícil situación que parece haberse enquistado.
«Sin comentarios»
Fuentes del grupo popular declinaron pronunciarse sobre este asunto, asegurando que no les constaba ni la reunión ni los ofrecimientos, aunque reconocían los contactos entre las partes. Del mismo modo, tampoco quisieron realizar manifestaciones sobre el asunto desde el Gobierno regional, donde se limitaron a un lacónico «no hay comentarios».
La baja médica de González-Moñux vino precedida por la acusación en medios y ante Garrido, y más tarde en los tribunales, de que había sufrido un caso de acoso laboral por parte del portavoz del grupo parlamentario popular, Enrique Ossorio. Éste negó tajantemente los hechos, y el resto de diputados firmaron una carta de apoyo y solidaridad con su jefe de filas. El juez archivó recientemente la denuncia interpuesta por González-Moñux contra Ossorio.
Si en una propuesta se mantiene el empate en tres votaciones consecutivas, la iniciativa decaería.
La baja de la diputada lleva aparejada su ausencia del pleno, lo que pone en aprietos al PP porque sus 48 escaños, unidos a los 17 de su socio de investidura, Ciudadanos, apenas superan por uno a la unión de los de PSOE -37- y Podemos -27-. Al faltar González-Moñux, la situación en la actualidad es de empate técnico entre ambos bloques.
Según la normativa que rige en la Cámara regional, cuando una iniciativa se presente al pleno de la Asamblea, y se produzca un empate, debe repetirse la votación hasta dos veces. Si se mantuviera el empate, la iniciativa decaería. En el caso de una ley de la importancia de los presupuestos -que deberán votarse en unas semanas-, esta posibilidad sería fatal.
En las próximas semanas se elevará a la Asamblea para su aprobación -o dentro de la reforma del Reglamento de la Cámara o de manera individual- la puesta en marcha del voto telemático, que permitirá a los diputados poder votar aunque no estén presentes en el Hemiciclo de Vallecas.