El líder batasuno mantiene una reunión con miembros del grupo de Bildu en la cámara autonómica
«Cuando nos expulsaron de este Parlamento dijimos que volveríamos y hoy venimos algunos a cumplir esa promesa». Con estas palabras se ha jactado de su presencia esta mañana en la cámara vasca el líder batasuno Arnaldo Otegui, quien ha acudido a primera hora al Parlamento de Vitoria para mantener una reunión con los miembros del grupo parlamentario de EH Bildu.
Desde que salió de la cárcel, el secretario general de Sortu ya protagonizó episodios polémicos al acudir tanto al Parlamento Europeo como al catalán, lo que motivó la indignación de colectivos de víctimas y formaciones como el PP. «Para mí es un dia importante, en la medida en que hace muchos años que no entraba por esta puerta. No porque no tuviera voluntad o no tuviéramos votos, sino porque no nos dejaban entrar», ha incidido Otegui ante los medios de comunicación al llegar al Parlamento, en referencia a la ilegalización, en su día, del brazo político de ETA, del que era portavoz.
Al acceder al Parlamento, Otegui ha sido saludado por la presidenta de la cámara, Bakartxo Tejería (PNV), con quien se ha reunido por espacio de unos minutos, antes del arranque del pleno fijado, como es habitual, para las 9.30 horas. Posteriormente ha dado inicio la reunión del dirigente «abertzale» con los integrantes de Bildu.
«Hace aproximadamente 11 años que salí de esta casa. Más que salir voluntariamente, nos obligaron a salir entonces. Y ya entonces dijimos que un día volveríamos, y en mi caso al menos hoy ha sido ese día en el que he podido volver a esta institución», se ha vuelto a jactar durante la posterior comparecencia en la sala de prensa de la Cámara.
El resto de su intervención ha girado en torno al 26-J y las elecciones autonómicas vascas de octubre. Tras admitir que «en términos cuantitativos es evidente que EH Bildu no ha obtenido un buen resultado electoral», Otegui ha retomado otra vieja idea. La de que «hay un impedimento estructural para poder democratizar el Estado español. El Estado español no se va a democratizar, no se puede democratizar. Los resultados electorales han dejado bien a las claras que era un diangóstico acertado».
Ha matizado que no se trata de un «reproche» sino de una «apelación» a aquellos sectores, en una alusión velada a Podemos, que «están indignados y frustrados» tras el resultado que arrojaron las urnas el pasado domingo. Otegui, quien ya tras salir de la cárcel tendió la mano a los populistas desde el velódromo de Anoeta, ha hablado de «oportunidad que se nos abre» y de «una invitación, porque lo que no es posible en el Estado español sí es posible en Euskal Herria. Aquí sí hay condiciones y relación de fuerzas», ha repetido otro viejo mantra con el que regó sus discursos de campaña.
Pincha el «efecto Otegui»
A partir de ahí, disculpas al resultado de Bildu el 26-J: «Se ha impuesto el foco de Madrid frente al foco vasco». «Mucha gente, que estoy seguro va a poyar al independentismo en las autonómicas, probablemente ha entendido que en esta ocasión como lo que se jugaba era desalojar o no a Mariano Rajoy del Gobierno de España, la utilidad de su voto tenía que ir en esa dirección». Preguntado por el pinchazo del «efecto Otegui», al perder Bildu 30.000 votos en las generales, se ha revuelto para aludir a «una intención por parte de algunos de hacer creer que ese impacto es inexistente y que los resultados de las españolas lo demuestran».
Por tanto, ha razonado, el resto de partidos «deberían estar muy tranquilos» porque implicaría que «mejorarán sus resultados electorales, que serán magnífcos en las autonómicas». Unos comicios en los que se declara «absolutamente convencido» de que «los resultados serán otros» y conllevarán que la «izquierda abertzale» sea «absolutamente determinante».
No podía faltar, por otra parte, una pregunta sobre el empeño de Bildu de presentarle como candidato a lendakari pese a estar inhabilitado. De nuevo, Otegui ha tirado de manual para repetir mensajes ya conocidos: «No tengo ni la más mínima duda de que los sectores más retrogados y más reaccionarios en el Estado español tratarán de impedir que mi candidatura prospere». Opina que «en términos jurídicos van a tener bastante difícil sostener esa posición», pero una vez más opta por arrojar sospechas sobra la independencia y limpieza judicial: «Siempre hay la posibilidad de que haya ingeniería jurídica made in Otegui».
Ahí ha surgido otra de sus ideas favoritas, la del «honor» que siente al ser considerado «el elemento más peligroso y el peor lendakari» para los intereses de «los herederos del régimen franquista, las gentes que militan en un partido que fue fundado por siete exministros de Franco», ha apuntado en un ataque velado al PP. «Me preocuparía mucho más que fuera el candidato preferido de esos sectores», se ha jactado.