El PP advierte de que no se autorizará ninguna venta a no ser que exista el compromiso de mantener el empleo
Como si una especie de «déjà vu» se cerniera sobre el hemiciclo, la primera sesión ordinaria de la legislatura la protagonizó la misma preocupación que inundó la política en los últimos años: el empleo. Aunque en esta ocasión el debate no fue sobre el paro estructural, sino sobre el propósito de Ferroatlántica de poner en venta las centrales que posee en los ríos Xallas y Grande, en la Costa da Morte, poniendo en riesgo hasta cuatrocientos puestos de trabajo directos, según las cifras del comité de empresa.
El grupo parlamentario popular lanzó una proposición no de ley pautada en tres puntos para mostrar que el Legislativo puede estar del lado de los trabajadores, encerrados en el concello de Cee hasta que se resuelva su situación. Con el texto, tramitado por la vía de urgencia, el PPdeG solicita a la Xunta de Galicia la elaboración de «estudios técnicos y jurídicos oportunos» que analicen «la compatibilidad con las condiciones existentes» de venta de las centrales. En definitiva, que se ralentice la operación para que la empresa reformule sus intenciones. El viceportavoz parlamentario popular, Miguel Tellado, enfatizó que tanto el Gobierno gallego como los grupos de la Cámara no dejarán solos a los trabajadores y matizó que la iniciativa se produce a pesar de que «no hay una propuesta en firme». «Nadie nos tiene que explicar la importancia de Ferroatlántica en la zona», afirmó.
Los entresijos de la venta proceden de la categoría que tienen las actividades de Ferroatlántica en la comarca. La compañía, participada por Villar Mir, defiende que la producción de energía y las fábricas de ferroaleaciones suponen dos ramas empresariales distintas, algo que niega el comité de empresa citando sentencias de Tribunal Supremo y el TSXG. «Cualquier solución —solicitó Tellado— debe pasar por el compromiso con la carga de trabajo y las inversiones» en la comarca: «Le toca a dar a esta Cámara un mensaje de tranquilidad a las familias», destacó.
Contra la «angustia»
Sin «foto», piden los populares que se hagan los trámites necesarios para que Ferroatlántica mantenga los empleos y elimine la incertidumbre. La propuesta cayó en saco roto. Enseguida, la diputada nacionalista Noa Presas (BNG) reclamó la implicación personal de Feijóo en el problema ante la «explotación neocolonial» que la multinacional —fusionada con la norteamericana Globe— está haciendo de las centrales y los recursos naturales de dos concellos, Cee y Dumbría. Los socialistas solo ven una salida a la «angustia» que se respira no ya entre los empleados, también entre el tejido económico local. «La viabilidad pasa únicamente por la no segregación» de las dos actividades de Ferroatlántica, diagnosticó la diputada Dolores Toja. Recordaron que en la década de los noventa se convocaron varias movilizaciones con el objetivo de frenar esa bifurcación.
En Marea, a través de Pancho Casal, simplificó la operación de venta con un órdago a los populares y a la Xunta: «O se está con los trabajadores o se está con el señor Villar Mir, no hay término medio». En la réplica, Tellado salió a la ofensiva a recordar que las «urnas ya han hablado» y a atacar al grupo rupturista por diferenciar entre «las empresas buenas y las malas». «Nosotros vamos a estar siempre con el empleo», añadió. Ninguna de las enmiendas de los grupos de la oposición fueron admitidas, explicó el viceportavoz, porque todas descansan sobre planteamientos que no se han producido aún oficialmente. «La única verdad es que no hay ninguna notificación oficial a la Xunta», cerró Tellado