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Bentley celebra su centenario con un libro que vale más que una casa

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Las monturas de los «Bentley Boys» en 1929

Su precio alcanza los 229.000 euros, pesa treinta kilogramos y mide hasta un metro cuando se abre

Bentley celebra este año el 100 aniversario de su nacimiento. Una efeméride muy especial que ha decidido conmemorar con un libro igualmente singular, que narra sus 100 años de avatares.

Editado por Opus, una editorial especializada en libros de auténtico lujo, cuenta con tres ediciones de tirada limitada: de 7 a 500 ejemplares. La pieza más exclusiva, perteneciente a la 100 Carat Edition, cuesta 229.000 euros. El precio está justificado: únicamente se producirán siete unidades, una por continente. Sus dimensiones imponen: pesa 30 kilos y mide un metro de ancho cuando se abre.

Si te parece demasiado caro, la siguiente opción es la Mulliner Edition, que está limitada a 100 copias en todo el mundo y tiene un precio de 12.500 libras, aproximadamente 14.300 euros. Entre lo más destacado de esta edición, nos encontramos la incrustación de un trozo de goma del neumático izquierdo delantero del Bentley que ganó las 24 Horas de Le Mans en 2003. Además, el propietario puede pedir que se borde su nombre en dorado o plateado en la portada.

La edición más “básica” del libro de Bentley por su centenario (Centenary Edition) tiene un precio de 3.000 libras y su tirada está limitada a 500 unidades. La cubierta está realizada con el mismo cuero que se utiliza en los modelos de la marca y los clientes podrán elegir el color. La insignia es exactamente la misma que preside la coraza de los actuales modelos de la marca.

Historia centenaria

La casa Bentley fue fundada en 1909 por W. O. Bentley, ingeniero de formación, que había dado sus primeros pasos en la automoción junto a uno de sus nueve hermanos, con el que en 1912 empezó a importar modelos de la casa francesa Doriot, Flandrin & Parant. Fue en una de sus oficinas en Courbevoie donde reparó en un objeto que marcaría su vida: un pisapeles de aluminio. Impresionado por su ligereza, decidió usarlo para sustituir el acero y el hierro habitualmente empleado en los cilindros de los vehículos. El resultado fue un vehículo capaz de batir el récord de su época en la milla volante de Brooklands.

Tras un parón obligado por la I Guerra Mundial, durante la cual sirvió como capitán en el Royal Naval Air Service -donde convirtió al Sopwith Camel en uno de los mejores cazas de su época, y también fue tiroteado por el mismísimo Barón Rojo-, y aprovechando un premio por sus servicios de 8.000 libras, decidió fundar su propia compañía. El humo de los combates apenas comenzaba a disiparse cuando, el 10 de julio de 1919, creó la casa que aún hoy le rinde homenaje.

«La premisa era simple: ibamos a construir el coche mejor y más rápido de su clase». Una meta que cumplió con su primer modelo, el Bentley 3 Litros, definido por la prensa de la época como «un coche de carreras con accesorios de turismo». Siguieron el 4.5 y el 6.5 Litros, antecesores de su obra maestra: el 8 Litros, capaz de alcanzar 160 kilómetros por hora. Fue en aquella época donde, pese a sus reticencias, se decidió a participar en el gran reto del momento, las 24 horas de Le Mans. Una exigente carrera donde sus coches brillaron por su resistencia, con cinco victorias en siete años. Sobre la pista terminó de labrarse la leyenda que aún a compaña al fabricante británico, reconocido por la excelente manufactura de sus modelos.

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