El pasado viernes, el juez de lo Mercantil número 6 de Madrid decidió que siguieran funcionado en manos de sus concesionarias evitando así su cierre
El ministro de Justicia y Fomento en funciones, Rafael Catalá, ha defendido este lunes que el Estado asuma la gestión de las autopistas radiales R-3 y R-5, actualmente en proceso concursal, y ha apuntado que puede resultar «un buen negocio».
«No es un rescate por nada, no es poner dinero público para nada, son infraestructuras que tienen un alto coste (…) a lo mejor es un buen negocio porque nos han salido mucho más baratas de lo que hubiesen costado si las hubiésemos realizado con cargo a los presupuestos en aquel momento», ha defendido Catalá en declaraciones en TVE.
«No es dinero tirado ni mucho menos», ha subrayado el ministro, quien ha reiterado que lo importante es que sigan abiertas, se mantenga negocio y empleo con el horizonte de que en unos años vuelvan a recuperar tráfico.
El pasado viernes, el juez de lo Mercantil número 6 de Madrid decidió que estas radiales siguieran funcionado en manos de sus concesionarias evitando así su cierre el 1 de octubre.
Tras esto, habrá que esperar dos meses para conocer el auto que aprobará el plan de liquidación de estas concesionarias.
El Ministerio de Fomento se había comprometido a asumir la explotación de estas autopistas pero había solicitado un plazo de 9 meses para que la transición se hiciese de forma ordenada
«Si no cambia nada, el Estado se tendrá que hacer cargo», ha afirmado hoy el ministro, quien ha insistido en que cuando eso ocurra habrá que compensar a las empresas que las construyeron, tal y como se estableció en su momento.
«Parece lógico que si te quedas con las carreteras, pagues por lo que valen (…) ese es el equilibrio concesional», ha añadido.