Los paros comienzan mañana, y se repetirán el lunes y todos los viernes. Los maquinistas piden equiparación laboral con los de Cercanías
El sindicato de maquinistas de Metro lleva a cabo desde mañana a primera hora una huelga que se prolongará, en distintos tramos, durante toda la jornada, y tiene previsto continuar el próximo lunes y durante todos los viernes a partir de marzo de forma indefinida. Los conductores aseguran no querer ni más dinero ni más vacaciones, sino una homologación profesional con los conductores de tren- la compañía Metro teme que se complique tras un incidente en diciembre, cuando -explican- un conductor fue despedido tras desalojar a los pasajeros y dejar el convoy porque se había cumplido su jornada laboral.
Juan Antonio Ortiz, portavoz del Sindicato de Maquinistas de Metro (SCMM) confirma que uno de sus compañeros fue despedido el pasado mes de diciembre después de desalojar un convoy, pero asegura que no es el motivo que ha provocado la nueva huelga en el suburbano madrileño. «Sentimos mucho lo del compañero despedido pero no tiene nada que ver». El problema, explica, es que los conductores de los trenes de Metro sienten que la responsabilidad que soportan en su puesto de trabajo y la categoría que les atribuyen no se corresponden.
Como conductor de tren
«Estamos considerados como personal no cualificado por Metro y la Seguridad Social, cuando para desempeñar nuestra labor tenemos que pasar un examen y formación específica», defiende Ortiz, quien también recuerda que los conductores del suburbano mueven «a 56 millones de personas al mes». Por ello quieren que se les reconozca la categoría de «Maquinistas de Tracción Eléctrica», exactamente el mismo que tienen, por ejemplo, los conductores de los trenes de Cercanías.
Con esta mejora de categoría, los maquinistas de Metro verán reconocidas como enfermedad laboral todas aquellas patologías que pudieran sufrir a consecuencia de su labor y que actualmente no se contemplan. «Trabajamos con muchos trastornos psicosomáticos y psicosociales, electromagnetismo o contaminación acústica y visual», enumera Ortiz.
Pero existe otro motivo secundario: «Hay una persecución contra los maquinistas», manifiesta el portavoz, que denuncia que «tenemos unas 200 sanciones anuales». Estos procesos, asegura, pueden resolverse con varios días de suspensión de empleo y sueldo cuando la empresa recibe alguna queja sobre su desempeño por parte de los usuarios. «Ahora nos pasa mucho que si hay una queja por Twitter puede haber sanción aunque (la dirección) ni verifica que es cierta en muchos casos».
Nuevas contrataciones
Desde la dirección de Metro se rechaza este extremo. aseguran que el número de expedientes a maquinistas se ha reducido un 38 por ciento en 2016 respecto al año anterior, y las sanciones han sido 93, frente a las 101 impuestas en 2015. Recuerdan que el convenio colectivo del sector se firmó hace solo unos meses con todos los sindicatos de Metro excepto con los maquinistas. En el mismo, se recoge la contratación de 590 nuevos trabajadores, cuyo proceso está en marcha en este momento. En octubre, además, Metro incorporó a su plantilla a 360 nuevos maquinistas.
La empresa ha estipulado unos servicios mínimos del 65% para los paros de la franja de mañana, del 68% para el mediodía (salvo el 27 de febrero, que serán del 59% en este intervalo) y del 59% para los paros convocados por la tarde (salvo el día 27, que se dispondrán de, como mínimo, el 67% de los trenes durante esta franja horaria).
Para el portavoz sindical, son «abusivos y desproporcionados». Asegura que los paros se han repartido en tres franjas horarias para que los trabajadores de todos los turnos puedan secundar la huelga. Ortiz se disculpa en nombre de su colectivo con los usuarios por los perjuicios que esta medida les pueda causar.