Los agentes improvisaron una «barrera» con sus vehículos, que acabaron destrozados
Varios agentes de los Mossos d’Esquadra protagonizaron este fin de semana una escena de película en las carreteras catalanas al interceptar un coche que viajó 36 kilómetros en contra dirección en la AP-7 en dirección a Barcelona. Para detener el turismo, la policía autonómica armó una «barrera» con sus vehículos, que acabaron destrozados.
El conductor, que acabó detenido, chocó contra los coches policiales, que permitieron interrumpir la trayectoria de un turismo que podría haber causado graves accidentes de coincidir con otros usuarios viales. Según explicaron testigos presenciales, este BMW plateado circuló haciendo eses y a más de 150 kilómetros por hora.
Asimismo, el conductor del vehículo portaba 12.750 euros en efectivo, 40 teléfonos móviles y material informático diverso. Las primeras sospechas de la Policía Autonómica hablan de material robado, aunque todavía es pronto para saber de dónde habría sido extraído, informa el «Diari de Tarragona». El conductor, de 39 años y sin domicilio conocido, llevaba un coche con placas de matrícula italiana y ya ha sido detenido.