Esta atracción recién inaugurada permite ver gran parte de los animales y del parque desde una nueva perspectiva
El Parque de Cabárceno ofrece ahora una nueva experiencia a sus visitantes, la posibilidad de ver a parte de sus 120 especies de animales desde el aire, «a vista de pájaro», gracias a la puesta en marcha de un sistema de telecabina, «único» en Europa y en un espacio que también lo es.
El teleférico permite ver a parte de las 120 especies de animales del parque desde el aire
Este sistema de transporte está formado por dos líneas, una lineal y una triangular, o como se han llamado, la de rinocerontes y la de elefantes, que se juntan en una de las partes más altas de la instalación, la denominada como intercambiador de osos y de la que parte un recorrido en forma de triángulo.
Si se opta por el recorrido lineal, con un total de 22 cabinas y una duración de unos nueve minutos, el visitante puede observar desde el aire una impresionante panorámica del parque, que incluye el lago Sexta y una zona geológica de lapiaces, con agujas de caliza de hasta quince metros de altura.
Pero hay más atractivos que contemplar desde una de las cabinas de esta línea, la que parte de la estación de rinocerontes, que son los recintos de los hipopótamos, las jirafas, las avestruces o los osos.
El recorrido de la línea 2 conecta con el intercambiador de osos, punto desde el que se inicia el trayecto de la conexión en triángulo, cuyo viaje tiene una duración de unos 30 minutos y que ofrece otro de los mayores atractivos: el mirador de Rubí.
Esta línea triangular cuenta con un total de 38 cabinas y durante su recorrido, bajo los pies y a un lado y a otro de la cabina, el visitante sobrevuela y puede acertar a ver elefantes, watusi y cobos lichi, caballos, adax y camellos, bisontes, cebras, leones, yaks y linces.
Una vez en el mirador de Rubí, el visitante accede a una impresionante vista de toda la bahía de Santander y puede contemplar, en una parte, el macizo de Peña Cabarga, y, hacia la otra, puede ver casi al completo todo el parque de Cabárceno.
Desde ese mirador se regresa de nuevo al intercambiador de osos, finalizando el trayecto de una línea «singular y peculiar», que cuenta con 1,6 kilómetros, salvando un desnivel de unos 160 metros y que es «casi única en Europa», dado que solamente hay otra parecida en Suecia.
En ambas líneas, las cabinas tienen una capacidad para ocho personas, excepto una, que pueden transportar como máximo a 5 personas y que cuenta con un atractivo para los más atrevidos, un suelo de metacrilato que ofrece una visión espectacular del parque bajo los pies.
Para llegar a esta nueva infraestructura se puede acceder por cualquiera de sus dos estaciones, y se ha puesto en marcha un servicio de autobuses que facilita al visitante el acceso a cualquier de las dos líneas de telecabina.