Los investigadores creen que la rolofyllina podría ser utilizada como un tratamiento mediante el aumento de la actividad neuronal en personas con estas enfermedades
Un fármaco que se emplea para problemas del corazón o renales puede convertirse en un nuevo aliado para las enfermedades neurodegenerativas ya que actúa sobre la proteína tau, una proteína implicada en patologías como el alzhéimer.
En concreto, los investigadores del Centro Europeo de Enfermedades Neurodegenerativas de Bonn (Alemania) han visto que la rolofyllina, un fármaco desarrollado para pacientes con insuficiencia cardíaca aguda y disfunción renal, es capaz de restaurar el déficit de memoria espacial y de normalizar la transmisión sináptica cuando se administra a un grupo de ratones que expresan la proteína tau humana, lo que sugiere que rolofyllina puede aumentar la actividad neuronal en pacientes con agregación de la proteína Tau y retrasar la aparición y la progresión de algunas enfermedades neurodegenerativas. El estudio se publica en «PNAS».
La acumulación de Tau es un sello característico de muchas enfermedades neurodegenerativas, pero sin embargo el mecanismo de acción tóxico de Tau es poco conocido, lo que ha impedido diseñar tratamientos farmacológicos eficaces. En el estudio que ahora se publica en «PNAS» se demuestra que la proteína Tau es tóxica debido a su propensión a su agregación. Todo ello produce una serie de acontecimientos que genera disfunción neuronal.
Lo que los investigadores han visto es que la rolofilina es capaz de aliviar la disfunción presináptica y de restaurar la actividad neuronal. Los investigadores creen que la rolofyllina podría ser utilizada como un tratamiento mediante el aumento de la actividad neuronal, que está disminuida en pacientes con tauopatías. Así, se podría retrasar la aparición o la progresión de estas enfermedades neurodegenerativas.