Un alcalde en la «lista negra» del presidente Duterte muere en un tiroteo en Filipinas
El nombre de Samsudin Dimaukom se encontraba en un documento hecho público por el mandatario con más de 150 jueces, políticos, policías y militares presuntamente relacionados con el narcotráfico
Samsudin Dimaukom, alcalde de la localidad filipina de Datu Saudi Ampatuan y quien se encontraba en una lista difundida por el presidente, Rodrigo Duterte, de presuntos implicados en el tráfico de drogas, ha fallecido junto con otras nueve personas en un tiroteo registrado este viernes con agentes antinarcóticos.
El pasado agosto, Duterte, apodado «el Castigador» hacía público un documento con más de 150 jueces, políticos, policías y militares relacionados con el narcotráfico. Su difusión, donde aparecía el nombre de Dimaukom, fue criticada por la presidenta de la Corte Suprema, María Lourdes Sereno. Sobre todo, ante los errores de bulto (uno de los mencionados en la lista, el juez Roberto Navidad, fue asesinado hace ocho años).
Según las autoridades, Dimaukom viajaba en un caravana de vehículos entre las provincias de Maguindanao y Cotabato cuando fue dado el alto en un control a las 4:30 de la mañana, ante las informaciones de que el grupo transportaba drogas ilegales. Sin embargo, siempre de acuerdo a fuentes policiales, la seguridad del alcalde comenzó a disparar tras reducir la velocidad.
Precisamente, a finales de septiembre, agentes antinarcóticos habían registrado su vivienda en busca de sustancias ilícitas sin éxito.
Convertida en una de sus principales promesas de campaña, Duterte, quien asumiera la Presidencia el pasado 30 de junio, aboga por un plan de recompensas para acabar con los señores de la droga, así como por el regreso de la pena de muerte. Una política importada de sus dos décadas como alcalde en la ciudad de Davao. «Si te resistes y muestras resistencia violenta, mi orden a la Policía será disparar a matar. Disparar a matar contra el crimen organizado. ¿-Habéis oído esto? Disparar a matar contra el crimen organizado», proclamó tras conocer su victoria.
Desde entonces, en apenas cuatro meses, cerca de 2.300 personas han muerto en operaciones policiales o asesinados por patrullas ciudadanas (a pesar de que la cifra original era de 3.600 personas, el guarismo fue reducido este mes por la propia Policía).