Trudeau acusa a los manifestantes antivacunas de poner en peligro la economía de Canadá
Los manifestantes no temen las consecuencias del bloqueo: arrestos, multas, confiscación de los vehículos e, incluso, la pérdida de la custodia de sus hijos.
La economía canadiense corre peligro. El primer ministro, Justin Trudeau, ha señalado que el bloqueo del puente fronterizo Ambassador (Windsor, a 750 kilómetros al sur de Ottawa) con Estados Unidos de los manifestantes antivacunas «amenazan la economía y obstruyen» comunidades.
Trudeau ha señalado en su perfil de Twitter que los bloqueos «deben parar» y que está trabajando con las autoridades provinciales para tomar el control de la situación. Esta declaración se enmarca después de anunciar varias fábricas de construcción de automóviles —Ford, General Motor y Stellantis— que han tenido que reducir la producción, incluso cancelar turnos de trabajo, por la falta de personal.
Mientras, en Ottawa, tras casi dos semanas de protestas incesantes y calles cortadas por los centenares de camiones que inmovilizan la ciudad, un juez ha autorizado doblar el precio de las multas. Una medida que resulta insuficiente. Los antivacunas no temen las consecuencias: detenciones, multas, confiscación de los vehículos e, incluso, la pérdida de la custodia de sus hijos.
Dos políticos derechistas, Hillier y Bernier, crearon una rueda de prensa para conocer a los protagonistas de la protesta
«No nos vamos», apuntó este miércoles en una rueda de prensa, y recoge EFE, el político derechista canadiense Randy Hillier, quien fue expulsado del Partido Conservador en 2019 por burlarse del padre de un niño autista. Junto a Hillier, también se encontraba Maxime Bernier, líder del Partido Popular de Canadá (PPC). Ambos habían creado una rueda de prensa para dar a conocer a algunos protagonistas de la protesta.
Ante el micrófono pasaron rancheros, el creador de la la organización Take Back Our Freedoms (TBOF o «Recuperemos Nuestras Libertades»), dos médicos opuestos a toda conclusión científica sobre la pandemia y un religioso. Este último, un pastor protestante llamado Henry Hildebrandt, quien enalteció a los manifestantes: «El mundo sabe que nuestros camioneros están liderando el camino y les aplaudimos».
Este jueves se suman a la protesta en Ottawa el llamado «Convoy de obreros»
Los manifestantes no dan pasos atrás y se mantienen fuertes en su protesta. Tanto, que se siguen uniendo a las filas de los antivacunas más personas. Hillier ha asegurado que durante este jueves llegará a Ottawa el llamado «Blue Collar Convoy» («Convoy de obreros»), compuesto por trabajadores del sector de la construcción.
Muchos de los antivacunas señalan la camaradería entre los presentes, dicen haber descubierto una causa por la que combatir y comienzan a unirse para crear estrategias contra la Policía. Por ejemplo, ante la multa de miles de dólares por llevar bidones con gasolina para alimentar los camiones y generadores en marcha, los manifestantes han salido con recipientes vacíos. Los agentes no pueden frenar a todos y registrar si está vacío o no, por lo que siguen llenándose los depósitos delante de los agentes.
Pese a las amenazas del Gobierno, los manifestantes no tienen miedo y aguantarán hasta el último momento. «Nos mantenemos en nuestro trece», señaló Hillier. Mientras, continúan llegando personas de todo el país a sumarse a la protesta.