La expresidenta del Consell de Mallorca, visiblemente desmejorada, ha reconocido en un nuevo juicio que cobró parte de un soborno de cuatro millones de euros por la venta de un solar
La expresidenta del Consell de Mallorca y de la extinta Unió Mallorquina (UM), Maria Antònia Munar, ha vuelto a sentarse este lunes en el banquillo, para ser juzgada por un jurado popular por una pieza separada del caso Can Domenge, en el que originariamente se investigaba la supuesta venta irregular de los terrenos del mismo nombre en la capital balear. Can Domenge fue vendido por el Consell de Mallorca por 30 millones de euros en 2006, cuando su coste estimado era en aquel momento de unos 60 millones.
En la citada pieza separada se juzga ahora en la Audiencia Provincial el presunto soborno previo de cuatro millones de euros que la empresa compradora del solar —Sacresa— habría entregado a tres altos cargos de UM, en concreto, la propia Munar, el exvicepresidente del Consell Miquel Nadal y el exconsejero insular de Territorio Bartomeu Vicens, para poder ganar el concurso convocado en su momento. La expresidenta de UM presentaba este lunes un aspecto físico muy desmejorado y además en un determinado momento, al inicio de la vista, se ha puesto a llorar.
El abogado de Munar, José Antonio Choclán, ha comunicado al jurado que su cliente ha presentado un escrito en el que reconoce que efectivamente percibió una parte del citado soborno, razón por la que ha decidido entregar 150.000 euros para intentar reparar el daño causado. Choclán pide por ello al fiscal Anticorrupción Juan Carrau que se le apliquen en este caso a Munar las atenuantes de confesión, reparación parcial del daño y dilaciones indebidas. Carrau de momento no ha aceptado esa petición.
El Ministerio Público pide por ahora cuatro años de cárcel y siete millones de multa para Munar, por supuesto cohecho. Los otros cuatro acusados en esta causa habían reconocido ya con anterioridad su intervención en los hechos. Se trata de los ya citados Nadal y Vicens, así como del dueño de Sacresa, Román Sanahuja, y del «transportista» del dinero y militante de UM, Miquel Llinàs.
A preguntas del fiscal, Munar ha señalado, entre lágrimas, que se encontraba muy arrepentida. «Perdón por todo lo que ha pasado», ha añadido. Asimismo, ha indicado que no se veía capacitada para responder a las cuestiones formuladas por Carrau, tanto por el tiempo transcurrido como porque en la actualidad se encuentra en tratamiento psicológico. Con respecto a la cantidad percibida de los citados cuatro millones, ha afirmado que no sabía cuánto de ese total cobró ella misma.
El fiscal también ha preguntado a la exlíder de UM de qué bienes dispone en estos momentos. Munar ha respondido que no tiene «absolutamente nada» y ha añadido que todos sus bienes han sido embargados. «Estoy muerta política, económica y socialmente», ha dicho con voz apagada y temblorosa, a lo largo de una declaración que en varios momentos ha sido sobrecogedora por su mal estado psicológico actual.
Por su parte, Nadal ha afirmado este lunes ante el tribunal que «nada se hubiera hecho sobre este asunto sin el consentimiento de la presidenta». Por lo que respecta a la decisión de aceptar el citado soborno, Vicens ha dicho que habría sido tomada entre Nadal, Munar y él mismo.
Dos condenas por corrupción
Munar ha abandonado este lunes por unas horas el centro penitenciario de Palma, en donde desde julio de 2013 está cumpliendo dos condenas por corrupción que suman un total de once años y medio de prisión. En concreto, seis años de cárcel por los delitos de fraude y revelación de secretos por la pieza principal del caso Can Domenge, así como cinco años y seis meses de prisión por los delitos de prevaricación, malversación, fraude y falsedad en el marco del caso Maquillaje, en el que se investigaba un presunto desvío de fondos públicos por parte del Consell de Mallorca a través de subvenciones irregulares.
La última vez que Munar había salido de la cárcel hasta ahora había sido el pasado 22 de febrero, cuando junto con parte de la excúpula de UM fue juzgada en la Audiencia Provincial por la pieza separada número 13 del caso Voltor. En esta causa se investigaba originariamente la supuesta malversación de fondos públicos en la legislatura 2007-2011 en un organismo que dependía de la Consejería de Turismo del Gobierno balear.
Ese juicio fue el primero en el que Munar llegó a un acuerdo con Anticorrupción. La petición inicial de ocho años de cárcel para la expolítica mallorquina se redujo finalmente a nueve meses, que fueron sustituidos por una multa de 10.800 euros. La Fiscalía aplicó en este caso las atenuantes de colaboración con la Justicia y reparación del daño, mientras que la exlíder nacionalista reconoció ante el tribunal que cometió un delito de malversación y otro de prevaricación.
Cabe recordar que Munar fue presidenta del Consell de Mallorca entre 1995 y 2007, así como presidenta del Parlamento balear entre 2007 y 2010, entre otros cargos.