Se cumplen 100 años de la llegada a este puesto de quien fue de los mayores expertos en tratamiento de la difteria y titular de la patente de la aguja para inyecciones intravenosas
Se cumplen 100 años de la llegada de un canario a un puesto de máxima importancia. Se trata de Jacinto Megías Fernández. Este canario ilustre fue una de las personas que impulsó el conocimiento de las islas por donde transitaba. Su ausencia de las islas por razones de trabajo no implicaba que tuviera al archipiélago en el olvido.
Ese año, 1916, el doctor y científico canario fue designado médico de Familia de la Casa Real. Nacido en Gran Canaria en mayo de 1888, Megías, junto a su hermano, el viajero y aventurero, también médico, Jerónimo Megías Fernández, fueron embajadores del saber hacer de los canarios en el mundo de la ciencia.
Jacinto Megías Fernández se doctoró en 1917 en Medicina. Se perfeccionó en las principales técnicas bacteriológicas en el Instituto Microbiológico de Madrid, lo que se conoce como el Instituto Llorente, fundado por el canario Vicente Llorente y Matos, del que se cumple este año el centenario de su muerte y que, producto de la presunta ignorancia de las autoridades locales grancanarias, no ha merecido mención alguna u homenaje este 2016.
De Llorente Matos, que tiene una calle en la capital grancanaria, en Escaleritas, dijo en 1951 Gregorio Marañón: «Había nacido Vicente Llorente en Las Palmas, y tenía sobre la fortaleza y distinción de su pergeño, tan comunes en los habitantes de aquella isla, una cabeza romántica, típica de los sabios de final de siglo, en los que la respetabilidad era compatible con un aire de mundana elegancia«.
Volviendo a Jacinto Megías Fernández, Andrés Megías Pombo, familiar suyo que lo concoció el persona, de pastas y chocolates La Isleña, recuerda que «era un ser excepcional y de un gran talento que siempre quiso aplicar la lógica clínica y aportar soluciones que todos hoy recordamos con esmero y mucho respeto».
Jacinto Megías Fernández además de director del Instituto Llorente, cuando murió su fundador, tuvo un gran prestigio a la hora de desarrollar sueros y vacunas. Pertenecía a la Academia de Medicina y Cirugía de Valencia.
Hizo frecuentes visitas de ampliación de técnicas modernas en el extranjero, y en 1919, en la celebración del Centenario de Jenner en la Academia de Medicina de París, asistió al acto representando a España. Entre sus publicaciones, su especialidad, microbiológica, provocó que llegara a España las técnicas más modernas y puso en conocimiento la agenda de investigación médica en nuestro país.
En 1921 accedió a la Gran Cruz de Beneficencia con distintivo blanco y morado y a la Gran Placa de Honor y Mérito de la Cruz Roja en 1923. Entre sus trabajos de investigación, destacó por los estudios sobre la difteria, la rabia y su prevención, la insulina. En 1951 ocupó la Medalla 34 de la Real Academia Nacional de Medicina. La contestación la hizo el doctor Gregorio Marañón. El insigne médico canario murió un doce de diciembre de 1956. Hace 60 años.
Jacinto Megías Fernández dejó para la historia de España siete patentes. Entre ellas, el inyector intravenoso universal veterinaria así como la aguja para inyecciones intravenosas y el embalaje para ampollas farmacéuticas.