El presidente francés elude dar detalles en su visita al asentamiento de inmigrantes y demandantes de asilo, pero afirma que exigirá la cooperación británica
Tras haber «aceptado» el crecimiento dramático del campo de refugiados de La Jungla, en Calais, durante más de cuatro años, François Hollande anuncia su «desmantelamiento», algo que su ministro del Interior había anunciado en vano en repetidas ocasiones.
Días después de que su antecesor en el Elíseo, Nicolas Sarkozy, visitara el asentamiento, Hollande ha viajado al campo de refugiados este lunes para hacer dos anuncios: «Debemos desmantelar definitivamente este campo»- «Pediré al Gobierno británico que asuma su parte de responsabilidad en el esfuerzo humanitario».
Las visitas de Sarkozy y Hollande a La Jungla confirman de manera espectacular que el famoso campo de refugiados, el más importante y «emblemático» de Francia, se ha transformado en arrojadiza arma electoral.
Muy próximo a la frontera ferroviaria y marítima franco-británica, por donde circulan diariamente un tren de alta velocidad y millares de camiones, el campo de La Jungla funciona desde el 2005, cuando Sarkozy era presidente. Los primeros 500 inmigrantes y refugiados de hace una década son ahora más de 10.000, instalados en unas condiciones que las organizaciones humanitarias califican de dramáticas.
El presidente Sarkozy terminó su mandato sin desmantelar La Jungla. El presidente Hollande ha tardado cuatro años en «descubrir» el campamento de refugiados e inmigrantes, anunciando su «desmantelamiento» a poco menos de ocho meses de la primera vuelta de la próxima elección presidencial, en la que aspira a ser reelegido.
Planes de traslado
En su visita del lunes, Hollande ha declarado que el «próximo» desmantelamiento de La Jungla será una operación «excepcional», ya que estamos afrontando una «situación excepcional».
Hollande quiere trasladar a los 10.000 refugiados e inmigrantes de La Jungla a algunos de los 164 centros de acogida y orientación (CAO) que existen en Francia, en unas condiciones sobre las que el Gobierno francés prefiere informar lo menos posible.
El proyecto de desmantelamiento de La Jungla ha sido anunciado en varias ocasiones por Bernard Cazeneuve, ministro del Interior de Hollande. Pero las condiciones de tal proyecto no han terminado de encontrar un «hueco» entre las actividades gubernamentales.
La Alcaldía de París anunció la primavera pasada la apertura de un centro de acogida de refugiados e inmigrantes, en la capital. Pero ese centro, cuando abra a mediados o finales de octubre, solo podrá recibir a unos 600 de los 10.000 refugiados instalados en La Jungla.