El portavoz de Ciudadanos en la Diputación de Valencia deja el partido por haber В«traicionadoВ» sus principios

El portavoz de Ciudadanos en la Diputación de Valencia, José Enrique Aguar, ha comunicado este miércoles su baja del partido al considerar que éste ha «traicionado los principios de progreso, centralidad y liberalidad que inspiraron su creación y expansión, retrocediendo a posiciones de derechas que lo han convertido en una marca blanca del PP».

En una carta remitida al presidente de la corporación provincial, Jorge Rodríguez, Aguar explica que desde su afiliación se ha volcado «plenamente» en todas las actividades locales, provinciales y regionales al creer «firmemente» en los postulados que defendía la formación según su constitución original. «Con el paso del tiempo, Ciudadanos ha ido perdiendo el espíritu de movimiento cívico-político con el que nació e ilusionó a mucha gente, lo que ha supuesto el desencanto del electorado que apoyó el partido, así como muchos cuadros y directivos del mismo», comenta.

En el caso de la Comunidad Valenciana, prosigue, la actual dirección de Ciudadanos, controlada fundamentalmente por exmilitantes del PP, «colocó en el organigrama del partido a otros exmiembros» populares, «en detrimento de activos que creían en los principios básicos que inspiraba a C’s». En su opinión, a los que siguen rigiendo el partido en este territorio «no los ha elegido ningún valenciano, sino que han sido designados desde la cúpula nacional»: «Su manera de llevar el partido es dictatorial, de arriba a abajo, de manera similar a como funcionan otras formaciones que tanto hemos criticado».

Disconforme con esta situación de «falta de transparencia, democracia y falta de participación», indica Aguar, tuvo el intento de «cambiarla desde dentro». Pero su «última esperanza», expresa, se «desvaneció» el pasado fin de semana durante la IV Asamblea celebrada por el partido en Madrid, donde esperaba que éste «recobrara el espíritu ciudadano original y reilusionara a la militancia». Sin embargo, desde su punto de vista, fue «todo lo contrario». «Hemos salido menos -o nada- socialdemócratas, menos transparentes, menos democráticos y con una estructura en la que la base no pinta nada y todo va a depender de lo que diga la dirección nacional» porque «no se permiten voces que piensen de forma mínimamente diferente», apunta.

Aguar fue alcalde de Benetússer durante casi veinte años en los que militó en el PSPV-PSOE, hasta que entró en el Centro Democrático Liberal (CDL), una formación que acabó integrándose en Ciudadanos. El también concejal de la localidad fue elegido diputado provincial en un proceso interno celebrado en junio de 2015, y desde entonces compaginaba su labor municipal con la de la Diputación de Valencia.

Afinidad con los críticos

Ahora ha solicitado su paso al grupo de no adscritos, por lo que Ciudadanos se quedará con una sola diputada, la edil de Alboraya Mamen Peris. Mientras esta última figura en el consejo general del partido tras el congreso del pasado fin de semana, Aguar no tiene presencia.

El diputado provincial, aunque no se había manifestado públicamente hasta el momento del lado del llamado sector crítico de la formación (encabezado por la eurodiputada Carolina Punset y por el portavoz en las Cortes, Alexis Marí), sí ha aparecido en varios actos junto a ellos sin ocultar su afinidad. De hecho, en esta carta defiende muchos de los posicionamientos de Punset cuando presentó su dimisión de la Ejecutiva nacional.

Precisamente la dirección del partido tiene pendiente una reunión para tratar la reestructuración de los grupos parlamentarios en todos los territorios. Uno en los que más hincapié se hará será el valenciano, a día de hoy el más conflictivo de toda España debido a la división, casi por la mitad, entre los partidarios de Alexis Marí y el sector liderado por Emilio Argüeso, Emigdio Tormo y Juan Córdoba (con el poder orgánico).

Desde el partido señalan que la semana que viene podría ser clave, aunque el tema no se ha incluido en el orden del día de la cita del próximo lunes. Lo que sí que remarcan es que la decisión se tomará en Madrid y no en el grupo.

Pese al disgusto en el entorno de Albert Rivera por las salidas de tono del portavoz en las Cortes y de Carolina Punset, parece que hasta el momento la intención es evitar una guerra que resultaría irreversible durante el resto de la legislatura de forma todavía más visible. Máxime ante la advertencia de varios diputados de marcharse al grupo de no adscritos si se destituye a Marí. Como siempre, será la dirección nacional la que determine.