Una de ellas pedía que May informase cada dos meses al Parlamento de las negociaciones
Desde ayer hasta mañana miércoles, el Parlamento británico debate las enmiendas a la ley que dio permiso al Gobierno para iniciar el proceso de salida de la UE, que fue aprobada la semana pasada con una mayoría de 384 votos. La ley es cortísima, solo 137 palabras, pero aun así los partidos de la oposición han presentado numerosas enmiendas. Theresa May las ha criticado y acusa a los laboristas de tratar de dilatar la aplicación del Brexit y desoír el mandato en las urnas de los británicos.
Lo cierto es que las enmiendas no parece que vayan a quitarle el sueño a la premier. El lunes, el Partido Laborista se vio derrotado en las dos que presentó. Una pedía que May acuda cada dos meses al Parlamento a detallar cómo van las negociaciones de salida. Fue rechazada por 333-284, con una mayoría para el Gobierno de 49 votos. La otra solicitaba que el Ejecutivo consulte la activación del Brexit y sus pasos a Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Pero de desestimó por 333-276, mayoría de 57 votos.
Los laboristas confían en tener más suerte con su petición de que se establezcan ya garantías a los ciudadanos comunitarios que hoy residen en el Reino Unido sobre que su situación no se verá alternada tras el Brexit. También confían en sacar adelante su enmienda para que dentro de dos años, cuando se culminen las negociaciones, el acuerdo final tenga que ser validado por el Parlamento. Estas dos enmiendas podrían salir adelante gracias al apoyo de diputados tories rebeldes.
De todas formas, todo el debate tiene mucho de juegos florales. El Brexit es ya imparable y el Partido Laborista no ha sabido convertirse en la voz de los que votaron por la permanencia, mayoría entre las clases más ilustradas, los jóvenes y los residentes de grandes ciudades.
Por otra parte, en esta mañana de martes arrecian las críticas contra el speaker de los Comunes, John Bercow, por rechazar que Trump hable ante el Parlamento durante su visita de Estado por «racista y sexista». Los críticos creen que Bercow se ha extralimitado. Aunque el reglamento establece que el Gobierno debe pedir autorización en casos así a los speakers de los comunes y los lores y al gran chambelán.