En 1969 nacía el primer eléctrico de BMW, precursor de la gama sostenible actual y un gran avance en su época
Aunque BMW se ha posicionado siempre como una marca de berlinas deportivas, hace cuarenta años ya empezó a investigar futuras formas de movilidad sostenible con la creación en 1969 del BMW 1602 Electric, su primer coche eléctrico.
1969
En aquel año BMW daba un paso de gigante con uno de sus motores más emblemáticos, el 6 cilindros en línea, que con sus evoluciones sigue montándose en casi todas sus gamas.
Pero en paralelo se dedicaba a investigar nuevas formas de propulsión y daba vida, basado en los Serie 2, al BMW 1602 Electric.
Un modelo que ya aceleraba de 0 a 50km/h en 8 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 100 km/h. Además tenía una autonomía de alrededor de 30 km en ciudad y 60 kilómetros si se circulaba a una velocidad constante de 50 kilómetros por hora. Cifras superadas ampliamente por los BMW i3 actuales pero que en su momento suponían toda una revolución. Además, BMW no buscaba un coche rápido sino investigar con alternativas a los motores térmicos del momento.
Las Olimpiadas de 1972
Coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Munich BMW, cuya sede se encuentra en esta ciudad, eligió este escenario para mostrar al mundo sus últimas creaciones. Y así una flota de 1602 de color naranja chillón fue utilizada para el transporte de los miembros del Comité de la Organización y como automóviles con cámara de televisión que se usaron para la cobertura del maratón.
A partir de ese momento, BMW continuó investigando en materia de vehículos sostenibles y lanzó posteriormente una gama de coches experimentales que abrieron el camino de la movilidad eléctrica hasta la llegada de los BMW i3100% eléctricos, el revolucionario deportivo BMW i8 y los modelos híbridos enchufables como los BMW X5 PHEV o los BM2 225xe o BMW 330e.