
Hasta ahora había obligación legal de intervenir en un máximo de 35 minutos. El Gobierno regional la va a eliminar
Aragón va a modificar su normativa para permitir que los servicios de emergencias puedan ser más lentos, lo que afecta especialmente a las áreas rurales, azotadas por la despoblación. Hasta ahora, los bomberos, ambulancias y equipos de rescate tenían obligación legal de llegar al lugar en un máximo de 35 minutos desde que se recibía el aviso. Pero esta obligación legal va a ser fulminada por el Gobierno aragonés PSOE-Chunta.
Así consta en el proyecto de decreto que ha elaborado el Ejecutivo presidido por el socialista Javier Lambán, con el que se modificará el que se aprobó en octubre de 2014. La reforma se concentra exclusivamente en la cuestión clave de los «tiempos de intervención». El decreto en vigor desde hace cuatro años establece que el tiempo «máximo» de intervención será de 35 minutos para los «servicios de prevención, extinción de incendios y salvamento». Y que tanto las dotaciones de esos servicios de emergencias como su ubicación territorial deberá adaptarse para garantizar dicho tiempo máximo de respuesta.
Sin embargo, en vez de actuarse en esa dirección -la mejora de la red de emergencias para garantizar esos tiempos máximos de intervención-, el Gobierno de Aragón ha optado por fulminar ese compromiso legal y permitir que los servicios de rescate tarden más en llegar.
El nuevo decreto que ha preparado el Gobierno regional se somete ahora a información pública para encarar su aprobación definitiva. En él sesustituye el concepto «tiempo máximo» por el de «tiempo aproximado de 35 minutos». Es un cambio jurídico relevante, por cuanto, en la práctica, supone que ya no hay obligación legal de que los servicios de bomberos, sanitarios y de rescate lleguen al lugar en un máximo de 35 minutos. Con la nueva redacción, ese tope queda anulado.
La cuestión es más significativa todavía en Aragón, una región de amplia extensión geográfica, plagada de pequeños municipios dispersos por todo el territorio. Garantizar unos servicios de emergencia rápidos en todo Aragón había sido considerado, hasta ahora, una de las cuestiones clave para luchar contra la despoblación rural. Ahora, sin embargo, esto queda en un segundo plano.
