Unos talleres patrocinados por la fundación Mutua Madrileña y llevados a cabo por ANAR conciencian sobre esta lacra
Los casos de acoso escolar se ha incrementado casi un 75% en el último año y se han cuadruplicado desde 2009, según un estudio que analiza el problema desde la perspectiva de los menores afectados y que ha sido realizado por la Fundación ANAR.
Estos datos constatan la magnitud del problema en España y han sido extraídos del análisis de las bases de datos de llamadas al teléfono ANAR de ayuda a niños y adolescentes y al teléfono ANAR de Adulto y la familia que atendieron a lo largo de 2015 hasta 25.000 llamadas de niños y padres relacionadas con este problema.
Desde la Fundación Mutua Madrileña ha querido tomar cartas en el asunto ya que, tal y como afirma Lorenzo Cooklin, «la información disponible demuestra que el problema del acoso escolar es cada vez más prevalente y hay que atajarlo desde diferentes ámbitos».
Por ello el patronato de la Fundación Mutua Madrileña está desarrollando una actividad dirigida a luchar contar el acoso escolar a través de acciones de concienciación del alumnado, apoyo al profesorado y estudio del problema.
La campaña común que han puesto en marcha la campaña «No Bullying. Acabar con el Bullying empieza en ti». La campaña, con la que pretenden llegar a 5.000 escolares. Se está poniendo en marcha en muchos colegios.
A través de sesiones interactivas en grupo, los psicólogos tratarán de involucrar y conseguir el compromiso de niños y jóvenes contra el acoso escolar, apoyándose para ellos en vídeos, en juegos…
En una de estas sesiones, celebrada en el colegio Alkor ubicado en el municipio madrileño de Alcorcón, la psicóloga Ana Ramos dirigió a los pequeños de 1º- de la ESO. Comenzó poniéndoles dos fotos con los lemas «Reírte te hace cómplice» y «El silencio te hace cómplice». A través de preguntas y dinámicas les fue orientando sobre lo que no se debe hacer y lo que realmente es el bullying.
Algunas de las actividades despertaron gran interés y risas. Por ejemplo, cuando hizo que un niños que pintara una cara teniendo los ojos vendados. Después consintió en que hiciera los mismo con ayuda de dos compañeros. Con esto demostraba que con ayuda todo es más fácil.
Sacando a varios pequeños el aula y dándoles una consigna a los que se quedaban, la psicóloga consiguió que se dieran cuenta de lo mal que se puede sentir uno que va contracorriente, aunque solo sea porque no conoce los códigos que rigen en un grupo. Con más juegos y distintos vídeos los pequeños fueron interiorizando lo que puede hacer daño a un compañero.
Experiencias
Irene, de 12 años cuenta así su vivencia: «Tuvimos un problema con una niña a la que otra chica, más mayor que nosotros, empezó a acosar. Esta chica tiene muchos amigos y los volvió en su contra. Pero los de nuestra clase la defendimos y le decíamos que se viniese con nosotros». Concluye con una enorme sonrisa,«algunos niños de nuestra clase le ayudamos a pasar esto».
Irene cree que después de la charla que les ha dado la psicóloga de ANAR, reaccionaría mucho mejor ante un caso de acoso: «Nos ha dicho que no tengamos miedo y creo que el miedo es lo que mas nos paraliza a la hora de decir que a alguien le están haciendo bullying y necesita ayuda. El problema es que nos aterroriza que en algún momento la gente se ponga en nuestra contra y nos pase a nosotros».
Y concluye diciendo que «ahora diferenciamos claramente los que es el bullying de lo que no lo es. Hemos tenido mucho cursos además de este y sabemos lo que son las bromas serias. Aquí somos muy compañeros y nos ayudamos y si pasara algo contra alguno de nosotros ya habrá alguien que les diga que esto no está bien».
¿Serías capaz de enfrentarte a un acosador?
Adrian, también de 12 años afirma que «tenía bastante claro lo que era el acoso antes de esta dinámica, pero ahora estoy seguro de saber lo que es». Explica también que «nunca he visto que se acosara a ningún niño en mi clase, pero creo que sería capaz de enfrentarme a un acosador, aunque si es muy mayor…» y sonríe dando a entender que si el «malo» es muy grande igual no lo haría. «En cualquier caso en mi clase somos una piña, estamos muy unidos y nos defendemos siempre».