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Nueve bosques de otoño imprescindibles en España

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Ruta del Tabayón del Mongallu, Asturias – José Ramón García/Turismo de Asturias

Hayedos, castañares, robledales… que atraen a senderistas y apasionados del campo

En España hay hayedos muy conocidos. Como ejemplo, sirva la selva de Irati, en Navarra. En este enlace te dejamos los quince más populares, probablemente. También hay, sin embargo, rutas menos populares pero igualmente deslumbrantes. Robledales, castañares, hayedos… que estos días lucen con su traje de fiesta. Esta vez nos hemos fijado en nueve de esas rutas quizá menos conocidas, buenas ideas para pisar el campo y dejarse embaucar por sus colores y olores.

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  1. Robledal de Ucieda

    Dónde. Desde Cabezón de la Sal hasta Ucieda conduce la carretera CA-180. Ruta de ida y vuelta de 13 km y dificultad baja. 3,30 horas.

    Uno de los mejores espectáculos otoñales de la Cordillera Cantábrica se esconde en este bosque situado en el Parque Natural Saja-Besaya. Junto a los robles, también aparecen otras especies arbóreas matizando el colorismo otoñal como abedules y castaños, además de hayas que, junto a algunos robles, reúnen hasta diez árboles singulares de Cantabria en el enclave. Una de las rutas más atractivas que lo recorren es la que, desde el pueblo de Ucieda, parte hacia la Casa del Monte. Después continúa por pista forestal dirigiéndose curso arriba del río Bayones hasta el notable ejemplar del Haya Corva. La pista, hacia la izquierda, sigue ascendiendo entre hayas y robles hasta alcanzar un cruce donde se inicia el regreso por el mismo camino.

  2. Hoz del Júcar, Cuenca

    Dónde. En Cuenca, ciudad comunicada por la A-40, es una ruta circular de 7 km y baja dificultad. 2,30 horas.

    Dispuestos a disfrutar del casco antiguo de la ciudad de Cuenca y a la vez de uno de sus rincones más cromáticos, la hoz del Júcar. Las dos cosas son posibles en esta ruta que se asoma al curso fluvial discurriendo al pie del impresionante casco histórico. Señalizado como sendero de corto recorrido es una ruta circular de sencillo tránsito con vistas al bosque de ribera y sus bellos tonos dorados otoñales. En su primer tramo asciende hasta la ermita de San Julián, patrono de la ciudad, con magníficas vistas urbanas. Después de alcanzar el templo comienza un descenso que, suavemente y con escalones en la roca caliza, llega hasta el río. En paralelo se dirige a la presa de Las Grajas, donde atraviesa a la orilla opuesta gracias a un puente de madera. Los últimos dos kilómetros la ruta asciende hasta la ermita de la Virgen de las Angustias para de nuevo retornar al punto de partida.

  3. Foz de Arbayún, Navarra

    Dónde. Al pueblo de Usún llega la carretera NA-2161 mientras que al Alto de Iso se accede por la NA-178. Sendero de ida y vuelta de 3 km de baja dificultad. 2,30 horas.

    Es la estrella de las diversas foces que los ríos pirenaicos trazan para atravesar las sierras calizas que se interponen en su discurrir hacia el sur, como ocurre con el río Salazar al hallarse frente a la Sierra de Leyre. Su notable colonia de buitres leonados, la mayor de las navarras, se puede contemplar desde el mirador de Iso, que además ofrece un panorama espectacular de gran parte de la foz y el otoño resaltando su bosque mixto de hayas, tilos y avellanos, contra el verdor de árboles más mediterráneos como la encina y coscoja. mientras que el quejigo, asentado en lugares más frescos, también deja caer sus hojas. Un sencillo itinerario conduce hasta el final de la foz, desde el pueblo de Usún, llegando hasta el bonito paraje de la ermita de San Pedro de Usún, el primer monasterio documentado de Navarra.

  4. Valle del Genal, Málaga

    Dónde. Se inicia en Parauta, localidad conectada con Ronda por la A-397 y la MA-7306. Senda de 17,4 km balizada en blanco y amarillo de dificultad media. Seis horas.

    En la Serranía de Ronda, los tonos dorados de las hojas de los castaños en los árboles y tapizando el suelo son la señal del inicio de esta ruta que tiene en los meses de noviembre y diciembre sus más espectaculares tonalidades, después de la recogida de su fruto, la preciada castaña. Comienza en el pueblo de Parauta dirigiéndose hacia Cartajima. Al paso, además de castaños, surgirá el verdor de encinas junto a arbustos de madroños y cornicabras hasta, después de sobrepasar Cartajima, llegar a la localidad de Igualeja, donde conviene hacer una extensión hasta el nacimiento del Genal.

  5. Bosque del Cedro, La Gomera

    Dónde. Al paraje del Contadero se accede por la GM-2. Sendero de ida y vuelta con una distancia de 11,6 km tiene una dificultad media por el desnivel de 551 metros que recorre. 6 horas.

    En el corazón de la isla de La Gomera, el Parque Nacional de Garajonay guarda uno de los mejores bosques de laurisilva. Para disfrutar con sus colores otoñales basta con seguir el sendero señalizado desde el paraje del Contadero hasta El Cedro. Acaba junto al Chorro de El Cedro, cascada del riachuelo de agua permanente que discurre entre árboles de cuento como laureles, viñátigos y tiles mientras otros como las fayas aparecen cubiertos de musgos y líquenes. La neblina y los helechos completan la magia de un bosque único mientras las hojas rojizas hacen bonitos remolinos en el pequeño curso fluvial y sobre las húmedas rocas.

  6. Castañar de El Tiemblo, Ávila

    Dónde. Se accede a la localidad de El Tiemblo por la N-403. Ruta de ida y vuelta de 4,5 km de baja dificultad. 2 horas.

    Su buena situación lo convierte en uno de los destinos más apreciados del centro peninsular para disfrutar de las tonalidades otoñales. Después de sobrepasar la barrera de acceso se llega hasta el área recreativa de El Regajo, donde se inicia la ruta que conduce al refugio de Majalavilla, uno de los parajes más bonitos por los notables ejemplares de longevos castaños rodeados de jóvenes árboles de enhiestos troncos. Para ver uno de los ejemplares más admirados hay que dirigirse a la derecha y llegar hasta El Abuelo, impresionante con un diámetro de cinco metros y 500 años de vida. Si desde el refugio se continúa el ascenso hasta la garganta de la Yedra se obtendrá una vista extraordinaria del castañar desde las elevadas praderías.

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  7. Ruta del Alba, Asturias

    Dónde. A Soto de Agues se llega por la carretera AS-117 hasta Rioseco para continuar por la SC-2. Ruta de 14,2 km de baja dificultad. 4 horas.

    Si nos dirigimos a las foces del Llaímo, recorreremos una espectacular visión del otoño del Parque Natural de Redes. Comienza en el pueblo de Soto y después de sobrepasar una piscifactoría y un cargadero de mineral llega a un cruce de caminos con cabañas donde se continúa hacia la braña de La Vega. A partir de aquí se sigue por una senda que recorre lo más espectacular de las foces siguiendo la ribera por un pasaje angosto de roca con túneles y abrigos de roca sobresaliendo en la vertical desde donde se desprenden infinidad de cascadas. Líquenes y musgos tapizan la roca gracias a la humedad reinante, mientras las hayas crecen en las alturas, hacia la cumbre del monte Llaímo, y -más cerca del cauce- tejos, sauces, tilos y mostajos se aferran a las rocas. Las aguas torrenciales del río se atraviesan gracias a dos puentes de piedra: La Pontona y La Resquiebra. Al alcanzar la Cruz de los Ríos, con grandes árboles y un pequeño refugio, se llega al final de ruta. Desde las praderías se levantan los hayedos por las laderas de montes emblemáticos, como El Retriñón, de 1.862 metros.

  8. Abedular de Canencia, Madrid

    Dónde. Al puerto de Canencia se llega a través de Miraflores de la Sierra por la carretera M-629. Ruta circular 6 km y baja dificultad. 2,30 horas.

    El tono blanquecino del tronco y el temprano amarillear de las hojas del abedul hace inconfundible este bosquete de la vertiente norte del puerto de Canencia, en la Sierra de Guadarrama. La ruta se inicia en el mismo puerto por la pista forestal que, en su primer tramo, coincidiendo con el sendero GR10, se dirige hacia el oeste por el pinar. Cuando se hace senda surgen los primeros abedules y una típica cabaña de pastores circular en piedra de granito y cubierta vegetal. Después de bajar unos escalones la humedad aumenta entre brezos y enebros destacando el verde oscuro de tejos y el lustre de hojas de los acebos. Al alcanzar un cruce de caminos estaremos de lleno en el bosque si caminamos hacia la derecha. De regreso al cruce optamos por remontar hacia la chorrera de Mojonavalle, cascada del arroyo Sestil de Maíllo, después se continúa hacia el centro de educación ambiental de la Casa de El Hornillo para, al sobrepasarla, ascender un poco para retornar a la pista por la que se inició la ruta.

  9. Sierra de Cantabria, Álava

    Dónde. El puerto de La Aldea se halla en la carretera NA-7210. Senda de ida y vuelta de 2 km y dificultad baja. 2 horas.

    Entre Navarra, Álava y La Rioja se levanta una peña emblemática conocida como Lapoblación o el León Dormido. Aparte de un singular perfil rocoso tiene un poderoso atractivo otoñal por su hayedo rodeado de viñedos. En el puerto de La Aldea, que separa las localidades de Lapoblación y Bernedo, se inicia una senda entre hayas y bojes dispersos que hacia la derecha, en el primer cruce, discurre cómoda hasta llegar a unas praderías. Allí hay que buscar en su lado izquierdo un amplio sendero que se interna en el hayedo y que remonta hacia la peña.

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