La CE responderá a Trump con dureza si grava a todos los coches europeos

La Comisión Europea no piensa arrugarse ante posibles nuevos aranceles de la administración Trump. El ejecutivo comunitario ha enviado una carta oficial al departamento norteamericano de Comercio en el que advierte que si cumple la amenaza de imponer aranceles del 25 % a los coches europeos, la represalia afectaría a productos estadounidenses por valor de 252.000 millones de euros, lo que ya representa un 19 % de sus exportaciones en 2017. Estados Unidos, en efecto, está llevando a cabo una investigación formal para determinar si las exportaciones europeas perjudican a la industria norteamericana de la automoción.

El primer paquete de medidas que tomó la UE a consecuencia de la imposición de tarifas aduaneras al acero y al aluminio ha tenido ya el efecto sicológico que buscaba, porque se centró sobre todo en productos típicamente «made in USA» para demostrar hasta qué punto es contraproducente la obsesión de Donald Trump con su «America first». Además, la idea de imponer esas tarifas a los coches y piezas europeas sería altamente perjudicial para la propia economía norteamericana, porque de hecho los coches de marcas europeas que se venden en Estados Unidos ya se fabrican allí en su mayor parte. Pero puesto que lo importante es el fuero y no el huevo, la Comisión ha enviado una carta que hizo pública ayer en la que advierten que si el presidente Trump quiere endurecer la guerra comercial, como ya ha anunciado en «Twitter», la respuesta europea serían palabras mayores.

La Comisión insiste en que las exportaciones europeas «no amenazan o alteran la salud de la industria y economía de EEUU» sino que, al contrario, podrían suponer mayores costes para los fabricantes de coches y los clientes norteamericanos. Pero el elemento más vistoso de la carta de la Comisión es la amenaza de responder con una lista de tarifas a otros productos norteamericanos que podría llegar a los 252.000 millones de euros, calculados «en base a la experiencia de las medidas de represalia ya adoptadas».

El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha aceptado reunirse con Trump en julio para intentar desbloquear la situación que por el momento no tiene aspecto de suavizarse. El portavoz oficial de la Comisión confirmó ayer la existencia de esta carta y dijo que la investigación que lleva a cabo la administración norteamericana sobre la industyria del automóvil «no tiene legitimidad ni se basa en hechos, y viola las leyes comerciales internacionales igual que la investigación similar que ya llevó a la imposición de aranceles al acero y al aluminio».

Trump vendrá a Bruselas en 10 días para la cumbre de la OTAN y verá alos principales dirigentes europeos y al primer ministro canadiense.